En verano nos apetece estar al aire libre disfrutando de la playa, haciendo deporte o excursiones por la montaña.
Al estar más expuestos a los rayos del sol, en una época donde la incidencia del sol es más dañina, puede resultar peligroso no protegerse adecuadamente.
Por eso mismo, los médicos siempre aconsejan estar el menor tiempo posible bajo el sol, y en el caso de que no podamos evitarlo siempre llevar gafas de sol, usar crema protectora entre otras medidas.
Nuestra piel es el órgano que más sufre durante el verano, cada año aparecen nuevos casos de enfermedades originadas por la exposición al sol.
De hecho, si no nos protegemos adecuadamente nuestra piel puede sufrir graves consecuencia a medio y largo plazo.
Peligros que puede sufrir nuestra piel en verano
La mayoría de la gente piensa que las enfermedades relacionadas con el sol sólo pueden derivar en cáncer de piel, sin embargo hay otros muchos problemas que se producen por abusar y no usar la protección adecuada.
Una de las enfermedades más comunes que podemos desarrollar por culpa del sol son las alergias o problemas oculares como la aparición de las cataratas o degeneración macular.
También se dan casos más comunes como el envejecimiento de este órgano y la aparición temprana de las arrugas.
Medidas para protegernos del sol este verano
Para que nuestra piel sufra lo menos posible durante los meses de calor hay que tomar unas pocas medidas pero muy efectivas.
Uno de los órganos que está más expuestos a los rayos del sol son nuestros ojos, es más que recomendable llevar siempre las gafas de sol. Pero cuidado porque tienen que ser de calidad y que ofrezcan una gran protección.
Hay que usar crema solar con un factor máximo de protección no sólo cuando estemos en la playa, sino también cuando salgamos de nuestra casa.
Debemos evitar exponernos al sol en las horas de más calor, e intentar siempre ir por la sombra y no hacer ejercicio en las horas centrales del día.
Agua sin cloro para reparar la piel
El cuerpo pierde una gran cantidad del agua debido a las altas temperaturas, por eso tenemos que estar constantemente hidratándonos, bebiendo agua regularmente ayudamos a que nuestra piel tenga un aspecto saludable y completamente hidratada. La hidratación externa mediante cremas es importante, pero lo fundamental es que bebamos la cantidad recomendada de agua diaria.
Otro aspecto importante que tenemos que controlar es la exposición al cloro que sufrimos al acudir a piscinas. Este elemento se encuentra en grandes cantidades en el agua de las piscinas para mantenerla limpia. Conociendo esto, tenemos que ser conscientes que parte de ese cloro queda impregnado en nuestra piel cuando nos bañamos en las piscinas.
Para eliminar el cloro de nuestra piel, recomendamos una ducha con agua completamente filtrada, existen multitud de filtros que podemos incorporar en nuestras duchas para poder disfrutar de una ducha 100% libre de residuos que nos dejará una piel perfecta.