El análisis del agua consiste en un proceso de estudio de las características físico-químicas de las aguas para determinar que la salubridad, limpieza y calidad son idóneas para el consumo humano. En este post te explicamos los detalles de en qué consiste y para qué sirve el análisis del agua.
El agua, en su estado natural, está en contacto con diferentes agentes como el suelo, la vegetación, seres vivos, gases que por disolución, arrastre o intercambio pueden incorporarse y alterar la composición química natural. Por eso, el agua del grifo que llega a nuestras casas se somete a un proceso de potabilización, así como a numerosos análisis de agua potable (análisis bacteriológico del agua, dureza…), en los que se comprueba su calidad en un laboratorio.
Parámetros del análisis del agua potable
Los parámetros del análisis del agua potable se pueden dividir en físicos (características organolépticas, temperatura, elementos flotantes…), químicos (pH del agua potable, aceites y grasas, cloro…), gases disueltos (nitrógeno, metano…) y biológicos (como restos fecales o salmonella).
Tomando el ejemplo de una ciudad como Zaragoza, los parámetros del análisis del agua que se controlan en el grifo del consumidor mediante análisis en laboratorio son, como mínimo:
- Color: puede variar por la presencia de sustancias de origen vegetal y afecta a la transparencia.
- Turbidez o turbiedad: medida del grado en el cual el agua pierde su transparencia por la presencia de partículas en suspensión
- Conductividad: se mide la capacidad del agua para transportar la corriente eléctrica, lo que permite conocer la concentración de especies iónicas.
- PH del agua potable: el pH indica la acidez o alcalinidad del agua.
- Amonio.
- Bacterias coliformes: son un grupo de microorganismos que se encuentran en las aguas en superficie y que pueden causar enfermedades, diarrea y vómitos o disentería.
- coli: la bacteria Escherichia coli se encuentra normalmente en el intestino del ser humano y de otros animales. La mayoría de los tipos son inofensivos pero algunos pueden producir gastroenteritis o infección urinaria.
- Cobre, cromo, níquel, hierro y plomo: este análisis se realiza cuando hay indicios de que la instalación interior tiene este tipo de material instalado.
- Cloro libre residual y cloro combinado residual: estudio que se lleva a cabo cuando se utiliza cloro o sus derivados para el tratamiento de potabilización del agua.
¿Cómo obtener un agua de máxima calidad?
El agua que sale de nuestros grifos ha superado todos estos análisis y es apta para el consumo humano. En cualquier caso, se ajusta a unos niveles de sustancias que se pueden mejorar con un adecuado tratamiento. Por ejemplo, como en el caso de la cal y la dureza del agua, los malos olores, la turbidez o el mal sabor del agua del grifo.
Tras un análisis del agua potable de tu hogar, nuestros especialistas en tratamiento integral del agua te asesorarán sobre el sistema más adecuado para instalar en tu casa. Los más populares son los sistemas de ósmosis inversa, el descalcificador (para aguas duras) y los filtros de agua.