Esta es una de las épocas del año en la que más riesgo hay de sufrir una deshidratación, ya sea porque hacemos más deporte al aire libre, por el incisivo calor o por no beber agua suficiente.
Las consecuencias de una deshidratación pueden ser realmente dañinas para nuestra salud, hay que recordar que el 75% de nuestro cuerpo está compuesto de este líquido.
En ocasiones no tenemos la sensación de tener que beber agua, podemos estar perdiendo una gran cantidad de líquidos y no reponerlos. Esto induce a la deshidratación.
A continuación vamos a explicar las situaciones que más favorecen este estado, sus efectos y la forma correcta de hidratarnos en los meses de verano, ya que beber en exceso tampoco es bueno.
Razones por las que nos deshidratamos
Conforme avanza el día nuestro cuerpo va perdiendo agua ya sea por el ejercicio que hacemos, por la sudoración u orina.
La forma que tenemos de reponer los líquidos que se pierden es beber agua de calidad y comer alimentos como las sandías, una fruta fresca que ayuda a soportar las altas temperaturas y que nos aporta mucha agua.
En ocasiones nuestro cuerpo va perdiendo mucha más agua de la que se repone, esto ocurre especialmente en verano por culpa de las altas temperaturas.
Si la cantidad de agua que bebemos es menor que la que expulsamos podríamos sufrir una deshidratación cuyas consecuencias son muy peligrosas para la salud.
Efectos de la deshidratación
La falta de agua en nuestro organismo puede ocasionar diferentes tipos de problemas, los casos más extremos son los relacionados con un mal funcionamiento en todo el cuerpo y desequilibrios físicos.
También puede llegar a producir aumentos de la temperatura corporal, al no tener suficientes líquidos el calor permanece en nuestro cuerpo ya que no se puede evaporar, aunque no hagamos ningún movimiento se estará generando mucho calor.
Tampoco se puede sudar porque no hay líquido para expulsar por los poros. Cuando esto pasa no hay suficiente líquido para compensar ese sudor lo que afecta a la circulación de la sangre.
Esto hace que el corazón se esfuerce más de lo normal lo que da lugar a problemas como la hipertensión u otro tipo de riesgo cardiovascular.
Como combatir la deshidratación
Para evitar que nos ocurra alguno de los efectos que hemos comentado anteriormente, hay que cuidarse siguiendo una serie de consejos fáciles de seguir.
Los médicos recomiendan beber 2 litros aproximadamente de agua al día, aunque esto dependerá de la cantidad de ejercicio que se haga durante el día o de las altas temperaturas.
Además hay que beber agua de calidad, para que nuestro cuerpo no tenga que trabajar más de la cuenta. En caso contrario nuestro organismo tendrá que expulsar las toxinas contenidas en agua de poca calidad. Por eso hay que usar efectivos tratamientos como son los filtros fontanillas.
También hay que llevar una buena dieta, rica en frutas y verduras. Además en verano es época del melón, sandía, pepinos… toma especialmente alimentos ricos en agua.