¿Habías oído hablar de las resinas de los descalcificadores? ¿Sabes que es una pieza crucial en el proceso de obtención de agua de calidad?
El mantenimiento del descalcificador de agua es un proceso fundamental, aunque lo cierto es que después de la instalación de un sistema de tratamiento de agua, prácticamente no se requieren grandes cuidados. Eso sí, existen ciertos pasos que no hay que descuidar, aunque su periodicidad sea de años. El principal mantenimiento en un descalcificador es el cambio de resinas, algo que solo se hace cada cierto número de años, dependiendo del fabricante.
Y es que, estas resinas son una de las bases del funcionamiento de los descalcificadores puesto que el proceso consiste esencialmente en un intercambio iónico a través de estas resinas que atrapan los iones de calcio y magnesio presentes en el agua, soltando a su vez iones de sodio. El resultado es la eliminación de partículas de cal y magnesio y, en definitiva, la obtención de un agua más pura y de calidad.
¿Qué es la resina del descalcificador?
La calidad y el estado de la resina filtrante es importante para obtener un agua de la máxima calidad a través de nuestro descalcificador. Estas resinas constituyen la materia filtrante y están albergadas en un tubo. Cuando el agua pasa por esta columna, los componentes como las sales y el calcio quedan aislados.
De esta forma, los descalcificadores permiten eliminar la dureza de ciertos minerales y algunas formas de hierro. Es decir, la dureza del agua se reduce considerablemente y con ella se acaba con clásicos problemas del hogar (como el deterioro de los electrodomésticos o las vajillas de cristal), mientras que la calidad del agua aumenta, con los beneficios que representa para nuestra salud. ¡Es gracias a estas resinas que se produce un intercambio las sales de calcio y magnesio por el sodio!
Cuando estas resinas se saturan, el descalcificador lleva a cabo un proceso de regeneración mediante una serie de lavados y de una nueva impregnación del necesario sodio. Las resinas que contienen sodio se encuentran en un recipiente interno, por lo que no afectan al vital líquido y permiten que la regeneración se produzca mediante temporizadores o de forma automática.
Pero llega un momento en el que la regeneración de las resinas por parte del descalcificador no es suficiente y es entonces cuando hay que cambiar la resina del descalcificador. Pero, ¿cuándo hacerlo?
¿Cada cuánto cambiar la resina del descalcificador?
El cambio de resinas depende del fabricante del aparato descalcificador, su uso (intenso, moderado…), la cantidad de regeneraciones, la calidad de las resinas y el aparado… De media, las resinas del descalcificador se suelen cambiar cada 4 o 5 años, aunque su vida útil se puede alargar hasta 10 años. Se trata de un factor que debes tener en cuenta a la hora de comprar un descalcificador y sobre el que tu proveedor de tratamientos integrales de agua te puede ayudar y asesorar.
Cambio de resinas y mantenimiento de descalcificadores
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