Todos estamos de acuerdo en que estar bien hidratado es primordial pero, ¿qué cantidad de agua hay que beber al día? Seguro que has oído hablar de los 2 litros de agua diarios recomendados. ¿Funciona para todos?
Existen tantas variantes como la edad, el peso y la altura, el clima, el sexo, embarazo o lactancia, ejercicio físico o el ritmo de vida que es imposible establecer una norma.
¿Cuánta agua hay que beber al día?
Entonces, ¿cuántos litros de agua hay que beber al día? Si bien para algunas personas los 2 litros muchas veces recomendados suponen una cantidad adecuada, afirmar que todos debemos beber esa misma cantidad es un mito y no se ha probado todavía en ningún estudio científico.
Según recoge la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética a partir de un estudio de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria a partir de los 14 años la ingesta de agua diaria (a partir de agua, bebidas y alimentos) oscilará entre los dos y dos litros y medio (dependiendo de factores como el sexo, la masa corporal y la edad).
En épocas como el embarazo y en mayor medida en la lactancia se recomienda aumentar el consumo diario de agua. En los niños depende de la edad: oscila entre los 1-1,2 litros al día en bebés de 1 a 2 años y los 1,9-2,1 de los niños y niñas de 9 a 13 años.
El 80 % de la cantidad de agua diaria recomendada se obtiene mediante la ingesta directa de agua. Para ello, recomendamos el consumo de un agua de calidad, como la que se puede obtener mediante diferentes tratamientos del agua, ya que esta sustancia es sumamente importante en nuestra dieta y en el funcionamiento de nuestro organismo.
La importancia de estar bien hidratado
A la hora de establecer una dieta saludable solemos preocuparnos mucho por los alimentos que consumimos pero, ¿prestamos la atención necesaria al agua? Muchas veces, este preciado líquido es el gran olvidado aunque, sin embargo, el agua supone en una persona adulta un porcentaje de entre el 60 y 65% del peso corporal.
La importancia del agua en la dieta deriva de sus funciones en nuestro organismo: es la responsable de las reacciones que se producen en las células, del transporte de nutrientes, de la regulación de la temperatura corporal, de la eliminación de las sustancias de deshecho y es el componente esencial de muchos líquidos de nuestro cuerpo.
Por eso, aunque no exista una cantidad de agua precisa recomendada, sí que podemos guiarnos por las recomendaciones para nuestra edad y aumentar la cantidad de consumo de agua si nos sometemos a situaciones en las que aumenta la sudoración como ejercicio físico, trabajo al sol o, simplemente, una época del año más calurosa durante el verano.
Niños y ancianos: especial atención en la hidratación
En definitiva, el mejor consejo es dejarnos guiar por la sed: un mecanismo fisiológico que regula los niveles de hidratación de nuestro metabolismo. Sin embargo, no todas las personas sienten la necesidad de beber con la misma intensidad por lo que no hay que esperar a tener sed para beber.
Y recuerda que a la hora de beber agua hay que estar especialmente atentos en dos grupos: los niños y los ancianos.
Los niños pierden más agua que los adultos por la piel y hay que recordarles que tienen que beber.
La deshidratación en los ancianos es muy habitual, sobre todo en época estival, ya que con la edad se va perdiendo la sensación de sed.