Entiende tu agua (Problemas y Preguntas Frecuentes)


El agua toca prácticamente cada una de las habitaciones de tu hogar, y por supuesto, te toca a ti. La calidad del agua afecta a su olor, su sabor, la comida que cocinas, el aspecto de tu piel y tu cabello, e incluso a la duración y aspecto de tus electrodomésticos, tuberías… Hay muchas maneras en que un agua mejor puede suponer una gran diferencia en tu vida.

Algunos de los problemas del agua más habituales son la dureza del aguaagua turbia, el olor y sabor a cloro, metales u otro tipo de olores, bacterias y virus… Te invitamos a saber más.

Un agua dura contiene calcio, magnesio y, en algunos casos, hierro. Muchos hogares tienen un agua dura. En muchas ocasiones, no somos conscientes de este problema y del constante (y caro) daño que produce. Muchos errores vienen de considerar que el problema viene de un mal funcionamiento de los electrodomésticos o del uso de productos de limpieza inadecuados. Algunas personas lo asumen simplemente como un mero estilo de vida. Piel y cabellos secos, manchas en vasos y cubiertos, ropa que pierde su color y calidad, problemas de funcionamiento de algunos electrodomésticos, son frecuentemente problemas ocasionados por el agua.

Un agua turbia, grisácea, suele ser la consecuencia de la presencia de sólidos disueltos en el agua. Esto se suele conocer también por el término «turbiedad». El agua puede volverse turbia de manera natural o por problemas del suelo, tales como la construcción, tormentas, vertidos…

La turbiedad del agua se puede clasificar de baja a alta. Incluso si tu agua parece limpia, podría contener un alto nivel de sólidos disueltos. Por ello, tanto si tu agua es turbia o no, te recomendamos hacer un test de la misma.

En su estado más puro, el agua es incolora, no tiene color ni olor. De hecho, un agua que huele o sabe de forma extraña es una de las razones principales por las que la gente se decide a comprar agua embotellada, lo cual resulta caro y dañino para el medio ambiente (millones de barriles de aceite son utilizados cada año para producir y transportarla y billones de botellas de plástico son arrojadas a los vertederos). Así que si tu agua huele o sabe de forma rara, deberías descubrir la razón.

Muchos de los casos de enfermedades gastrointestinales pueden estar ocasionados por el agua. Estas enfermedades están provocadas frecuentemente por bacterias, virus, que se infiltran en nuestro suministro de agua. Por desgracia, estos contaminantes pueden sobrevivir en el ambiente durante meses. Incluso cuando están en correcto funcionamiento, las plantas de tratamiento no pueden asegurar que el agua esté totalmente libre de patógenos. Puede haber fallos en el sistema, y no todos los sistemas están funcionando a un nivel óptimo. Y el agua embotellada, tampoco ofrece una mayor seguridad contra los patógenos que el agua que sale del grifo.

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